el pelo y la lengua

el pelo y la lengua

domingo, 27 de marzo de 2011

LIBIA


Desde hace relativamente poco no paran de sucederse las noticias en prensa sobre Gadafi y las atrocidades que comete contra su pueblo, bombardeándolo y prometiendo sangre y muerte a todos aquellos que se opongan a su poder. Comportamiento típico de un dictador. No debería ser sorprendente, y menos de alguien que lleva 40 años en el poder.
Gadafi no ha cambiado un ápice desde sus comienzos, nadie se convierte en semejante criminal de la noche a la mañana. La diferencia es, que antes, no parecía suponer mucho problema.
Rondando 2007 ya se hacían palpables las buenas relaciones entre el ministro británico Tony Blair y el dictador. No sólo en entrevistas el mismo Saif Al Islam (el hijo del coronel) hablaba de él como un buen amigo del régimen, sino que también fueron descubiertas visitas secretas de Blair a Trípoli para aconsejar a Gadafi. Visitas más que justificadas, ya que la finalidad de Tony Blair era poner al país sobre una base estable (que viene a ser contribuir a la perpetuación de Muanmar Gadafi en el poder) y así, defender los derechos del pueblo Libio. No se preocupen, Tony Blair recibió una cuantiosa suma de dinero por sus servicios al régimen y al pueblo libio.
Es lo que tiene mantener buenas relaciones con un país donde la principal fuente de ingresos es el petróleo. Y por ello Gadafi vive en la opulencia máxima, únicamente en Londres hay nada menos que alrededor de 20 mil y 32 mil millones de dólares en cuentas bancarias, además de propiedades comerciales e incluso una millonaria mansión que el coronel compró a uno de sus hijos. Todo ello únicamente en Londres.
Mientras que, al mismo tiempo, en Libia la población vive en la miseria, consumidos por el hambre.
Intriga saber qué mejoras aportó Tony Blair para mejorar esta situación.
No fue el único que advirtió que tener por amigo a Gadafi le aportaría importantes beneficios. El actual mandatario francés, Nicolas Sarkozy en 2007 defendió abiertamente al mandatario Libio porque ¿cómo Francia no iba a apoyar a un jefe de Estado que había renunciado definitivamente a la posesión de armas nucleares, decidido a devolver las reservas bajo control de las organizaciones internacionales y habiendo optado de manera voluntaria a renunciar al terrorismo e incluso indemnizar a las víctimas?
Parecía ser Francia la perfecta toalla dónde el dictador podía limpiarse las manos de la sangre de sus crímenes. Por supuesto, la reiteración de la confianza y amistad de Sarkozy hacia el líder libio frente a los contrarios, culminó con la firma de sucesivos contratos entre Francia y Libia por valor de 10 mil millones de euros. Sin contar que fue Gadafi quien financió la campaña electoral de Nicolas Sarkozy.
Dinero es poder. Y está demostrado, incluso Washington llegó a aceptar la reintroducción de Muanmar Gadafi en la escena diplomática internacional años atrás. Y el mismo Romano Prodi recibió al líder libio cuando era presidente de la Comisión Europea.
Hoy en día el espectáculo es el mismo. Por algo Gadafi prometió nuevos contratos petroleros a los gobiernos que se opusieron a una zona de exclusión aérea sobre Libia (Alemania, Rusia y China).

Toda intervención que se defiende en estos momentos con palabras cómo necesaria, inmediata, indispensable… lleva siéndolo desde hace décadas. Porque además del terrorismo dentro del país, a nivel internacional Libia ha financiado económicamente organizaciones terroristas de orientación anticapitalista revolucionaria como las FARC en Colombia, el IRA en Irlanda, y ETA en España, e incluso dedicó un especial apoyo a las organizaciones terroristas palestinas contra Israel.

Nada de esto es nuevo, Libia no ha aparecido en el mapa por obra y arte de magia. Si hasta el momento no se han tomado medidas, y no se han dado a estos datos la valoración que se merecen, es por el mero hecho de que no interesaba. Porque Gadafi ha sido y será un dictador toda su vida, y el pueblo no conoce otra vida que la miseria absoluta.
Alba García 2º Bachillerato Colegio Internacional Altair

No hay comentarios: