Parece que perdura la mala fama de la juventud y que últimamente está más de moda que nunca. Desde entrevistas, artículos, hasta programas de televisión que rozan el ridículo.
Lo último ha sido un artículo de lo más “constructivo” publicado el domingo 24 de abril por el periódico ABC.
De nuevo somos nosotros los incultos de este país, jóvenes que, tras haber pasado la ESO, y estar ahora en 2º de Bachillerato, somos poco “adecuados” para votar en las próximas elecciones, tanto municipales como generales.
Según un cuestionario de 19 preguntas publicado por ellos mismos a 10 institutos de España, cuyas respuestas deberían ser acertadas “con los conocimientos adquiridos en clases de Historia y de Ciudadanía y con leer el periódico o ver los informativos con cierta regularidad”, el resultado es: “una escasa cultura y nulos rudimentos democráticos”.
Sinceramente creo que, tanto los que han escrito este artículo como los que están de acuerdo con él, cometen un grave error; error que me resulta especialmente indignante.
Como estudiante de 2º de Bachillerato y no precisamente con matrículas de honor, creo que se equivocan con una buena parte de la juventud.
El problema está en generalizar, y en no mostrar el otro lado de ésta; personas que día a día intentamos no ser como el prototipo de jóvenes que beben más que los propios adultos, que son los únicos que se drogan, que son los más ignorantes porque todavía no conocen “realmente” la vida, o que son los más incultos por responder mal un cuestionario de 19 preguntas.
No justifico a quienes realmente están en la vida para "ocupar banco" y mucho menos me quejo de la mala fama fundamentada siempre y cuando no se generalice continuamente, pero sí recrimino a los que afirman que por nuestra culpa así va el mundo...es más fácil culpar a los que venimos detrás de los errores que se han cometido y echarnos en cara nuestra "incapacidad" para resolverlos, en vez de pararse a pensar de dónde procede “esta inútil juventud".Porque si echamos un vistazo a los ejemplos que tenemos hoy en día, desde figuras mediáticas hasta políticas, igual no son los más indicados para fijarse en ellos y para que de la noche a la mañana, podamos resolver todo aquello que muchos no son, ni han sido, capaces de arreglar.
Así que si la sociedad está como está deberíamos dar gracias a personas que, a pesar de ello, intentan hacer las cosas con sentido común y de la mejor forma posible, porque una cosa que sí me atrevo a decir que tenemos clara, y es que, aunque nadie nos haya preguntado, no queremos la sociedad que para el día de mañana se nos presenta, la cual, no precisamente nosotros, hemos construido.
Silvia Arnanz 2º Bachillertao, Colegio Internacional Altair
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